Me sumergió en el bullicio, en la vorágine de una ciudad vieja donde la belleza se muestra sin adornos. Caminas por calles y tan pronto aparece una mezquita como una iglesia.
Después de muchos años de haber nacido y vivido allí y haber vuelto a España, fué todo un lujo pasear por esta ciudad con ella, y sentirse visitante vip: todos te respetan, todos se acordaban de Magdalena en el barrio. Gracias Mami.
Arches 56x38
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2 comentarios:
...algo tienen las pinturas cuando llevan detrás una historia, unos buenos sentimientos que la envuelven...se nota...de alguna manera...son especiales...un abrazo carliños
Gracias por darme a conocer Tánger, con tu magnífica obra y las palabras de Gabo es un buen adelanto.
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